Estamos en tiempos de mucha
agresión, hace apenas unos pocos días hubo una manifestación en la plaza que
reunió a personas con reclamos de distintas índoles, algunos reclamaban por no
poder comprar dólares libremente, como si este ejercicio fuera así de simple en
cualquier parte del mundo (cualquiera que haya viajado o vivido en otro país
sabe que no es así…) otros reclamaban, esto mismo pero en relación a los viajes
al exterior, diciendo que querían viajar a tal o cual lugar cuando les viniera
en gana, (cosa que es absolutamente posible, sin restricción de ningún tipo) otros
pedían que la presidenta se vaya con Néstor, el expresidente… (esto me deja sin
palabras, o por lo menos sin las palabras apropiadas para decir frente a un micrófono
sin cometer yo un exabrupto…) y así la lista sigue, y sigue, y sigue…
Lo que no escuché, ni en la
marcha, ni en los medios que la fogonearon, y en esto créanme, porque los
escuché y mucho…
Nadie reclamó por el estado
del Borda, por la pretensión de cerrar escuelas, por la reforma escolar que se
pretende en la ciudad de Buenos Aires, por el contrato millonario que hizo la
ciudad con grupo empresario por servicios de Internet, dos o tres veces más
caro que cualquier otro, y nadie se manifestó por la necesidad de terminar con
el hambre, la indigencia o la pobreza en la Argentina.
Aquí me voy a detener.
Juan Car, a quien no se le
puede atribuir un lineamiento con el gobierno nacional ha declarado este año,
que es el momento histórico de menos hambre en el país.
En el ‘80 Car entró a la Universidad de
Buenos Aires (UBA) con el objetivo de trabajar en la producción de alimentos
para lo más postergados. Desde entonces, viene monitoreando el hambre y es el más
calificado para decir que es el momento de nuestra historia como país en que a menos
argentinos les falta la comida, es el momento que menos hambre hay en nuestro
país, de cada 23 personas, una no tiene la comida garantizada, mientras que en
América Latina, una de cada 14, y en el mundo, uno de cada 7, o sea que estamos
el doble mejor que América Latina y mejor que nunca en el mundo con el tema del
hambre.
Aún así, nadie pidió que esa
cifra se achicara más…
Durante el reclamo de hace
unos días solo escuché expresiones de suma violencia, expresiones que en otras épocas
hubiesen sido planteadas en las puertas de los señores uniformados con un verde,
que de esperanza tiene muy poco…
Vi marchar a personas faltándole
al respeto al pañuelo blanco de las madres, ví gente completamente airada en
contra de planes asistenciales, en contra del acceso a planes de vivienda de
quienes menos acceso tienen… vi declaraciones inconfesables, dichas
abiertamente a un micrófono y frente a una cámara, gritanto casi desquiciadamente que vivímos en una dictadura...y ví mucha gente mirándose el ombligo, como si éste fuese el ombligo del mundo...
Nadie, absolutamente nadie
pedía que la brecha entre quienes más tienen y quienes menos tienen se acorte,
nadie, nadie de los que estuvo en esa marcha exigió que la redistribución del
ingreso sea aún más equitativa y que si es necesario aumentar impuestos estan
dispuestos a acceder de la misma manera que accedieron a la suba de más del
100% que sufrimos en la ciudad este mismo año…
Creo que toda manifestación
es atendible, que cada vez que no reunimos a pedir algo es preciso que se tome
nota, creo que todos tenemos derechos completamente legítimos de
expresar nuestras ideas libremente, tal como pasó hace
algunos días, pero lamento que en ese caso se tratara de una queja, de gente
(una porción más bien chica de la sociedad) que se queja de cuestiones que
atañen a una porción que no supera el 10% de la sociedad, y lamento que sean
manipulados tristemente por sectores a los que solo les interesa fogonear con
situaciones que verdaderamente no son las reales.
Señor@s no escuchemos una
campana o la otra, escuchemos todas las que podamos para poder
vislumbrar cual es el sentido de las cosas que pasan en nuestro país, sin que
nadie piense por nosotros. No nos dejemos manipular en beneficio de quienes buscan cualquier ardid para lograr los más bajos cometidos...