Hoy nos desayunamos con la editorial que Fito Páez hizo en la contratapa de Página 12 hablando del electorado porteño...
Por infinidad de radios, canales de TV y hasta conversaciones en las redes sociales, se criticó ferozmente la palabra de Fito. No vengo yo en este caso a ser una voz más en defensa de Fito, que creo positivamente que no la necesita. Lo que traté desde que leí y escuché las posiciones de unos y de otros, es de comprender, dónde queda la tolerancia, la libre expresión y la democracia.
Muchos pueden coincidir con quien suscribe, otros se irritarán por este comentario, pero dejenmé avanzar unas líneas más para redondear la idea.
Hablamos de un país en democracia y como tal asegura la libre expresión de sus ciudadanos, puede no gustarnos el tono, las palabras, y hasta la posición que tiene Fito, pero no hay nada, absolutamente nada que nos permita censurar sus ideas.
Lo que trato de decir es que tanto Fito, como vos, o como yo, tenemos el mismo derecho a decir lo que pensamos y expresarlo de la forma que nos plazca, mientras eso no apareje el incentivo a un delito, cosa que en este caso no veo...
Fito plantea una idea, una opinión formada de Bs. As., cosa que ya ha hecho en sus canciones, véase si discografía...
Podemos criticar las formas... pero nunca criticar el decirlo.
En otros exponentes que han expresado ideas por el estilo, y me atrevería a decir que un poco más agresivas sobre nuestro país, (y encima ajenos a éste...) se habló de coartar la libre expresión si alguien salía a debatir (debatir) y cuestionar ideas, como un ataque a esa libertad de expresión.
No jodamos en este país los medios deciden que es libertad de expresión y que no, cuando se vé afectado el kisquito que tienen montado y que no están dispuestos a soltar...
La libertad de expresión está presa en las manos de los grupos mediáticos que manejan la torta.
Pero la realidad querido lector es otra, la libertad de expresión es hoy más que nunca ejercida por todos nosotros en todos los estratos y con absoluta democracia.
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